JUPITER, Florida -
Los Marlins esperan mucho de Marcell Ozuna,
a quien apodan el "Big Bear" o "Gran Oso". Miami espera que
esta sea la temporada en la que el dominicano finalmente explote todo su
potencial.
Ozuna tiene poder y se espera que represente una
amenaza cada vez que se pare en la caja de bateo.
"Creo que todavía no hemos visto todo su
potencial", dijo el manager Don Mattingly. "Creemos que todavía tiene
mucho qué demostrar. Creo que pronto lo veremos".
El jardinero central de los Peces busca un repunte
tras un flojo 2015.
A los entrenamientos primaverales del año pasado,
Ozuna se reportó fuera de forma, y nunca pudo encontrar su ritmo durante la
temporada. Tras batallar en junio, el quisqueyano fue enviado a Triple-A Nueva
Orleáns a principios de julio, donde pasó cerca de cinco semanas en ligas
menores antes de ser convocado de regreso al equipo grande.
En 123 juegos, Ozuna bateó para .259 con 10 jonrones y
44 carreras producidas. Fue un retroceso comparado con lo que el toletero había
mostrado en 2014, cuando conectó 23 cuadrangulares y produjo 85 carreras.
Tras su dura campaña, surgieron interrogantes acerca
de si Ozuna seguiría con los Marlins. Durante gran parte del receso de
temporada, su nombre apareció en varios rumores de cambio.
Durante las Reuniones
Invernales, los Marlins tuvieron pláticas con varios equipos acerca de canjear
a Ozuna por un lanzador abridor. Fue hasta que Miami firmó a los agentes libres Wei-Yin Chen y Edwin Jackson que
Ozuna permanecería en Miami.
Ahora, Ozuna está feliz de regresar. Se ha reportado
con una mejor condición física, y está ansioso por volver a jugar para los
Marlins.
"Estoy feliz de poder estar con mis compañeros
otra vez", declaró Ozuna. "Estoy dando lo mejor de mí a mis
compañeros".
Uno de los peloteros
más populares en el equipo, Ozuna se asegura de divertirse mientras hace su
trabajo. También está adoptando varios consejos de preparación del veterano Ichiro Suzuki.
Cada mañana, Ozuna utiliza varios aparatos especiales
de Ichiro que están ubicados en un camión detrás del clubhouse de los Marlins
en el Estadio Roger Dean.
"Estoy trabajando en las mismas cosas que hago
cada año, pero el año pasado me sentí incómodo yendo de arriba a abajo [a ligas
menores]", manifestó Ozuna. "Ese año me sirvió para ganar
experiencia".
Mattingly y el nuevo coach de bateo, Barry Bonds, se
mostraron intrigados por el potencial de Ozuna.
"Se siente bien trabajar con Barry porque
aprendes de la experiencia que él tuvo", destacó Ozuna. "Creo que
vamos a volver a tener un buen año".