Port S. Lucie, Florida.- Bartolo Colón recibió jugosas
ofertas durante la temporada muerta. Incluso a sus 42 años de edad, el
dominicano pudo haber firmado un contrato más lucrativo que el de US$7.25
millones que recibió de los Mets, quienes ni siquiera le garantizaron un puesto
en la rotación después de julio.
Eso no molestó a Colón.
"Claro que hubo otras ofertas, pero nada me llamó
la atención como lo hicieron los Mets", dijo el veterano. "Hubo
ofertas de más dinero, pero eso no me interesó porque mi familia está
aquí".
Aquel comentario es cierto en más de un sentido.
Colón, quien ha establecido su hogar durante la mayoría del año en Nueva
Jersey, disfrutó de lo fácil que fue su viaje al estadio durante las últimas
dos campañas con los Mets.
También se hizo buen amigo de varios de los jugadores
jóvenes en el clubhouse, fungiendo como mentor de sus compatriotas Jeurys
Familia, Hansel Robles y otros.
"Me siento muy contento y me llena de mucho
orgullo que digan tantas cosas buenas de mí", declaró Colón. "Quiero
que cuenten conmigo. Siempre podrán contar conmigo en mi tiempo libre. En mis
primeros años, cuando tenía la edad de ellos, no siempre tuve a alguien que me
guiara. Por eso, esos muchachos siempre podrán contar conmigo".
El dirigente de Nueva York, Terry Collins, agregó lo
siguiente: "Él es muy respetado en el clubhouse, no sólo por los muchachos
latinos, sino también por los jugadores estadounidenses y todos los que están
en el equipo. Es un caballero. Es todo un profesional. A los muchachos les
gusta estar junto a profesionales".
Sin embargo, para los Mets renovar con Colón se trata
de más que simplemente contar con un mentor.
La efectividad de 2.08 del quisqueyano como relevista
en octubre pasado les hizo ver que el veterano puede ser capaz de cambiar de
papel esta temporada: como abridor al menos hasta que Zack Wheeler regrese de
la lista de incapacitados, y luego posiblemente como preparador de mesa de
Familia.
A los 42 años de edad y sin mucho que demostrar en el
19no año de su carrera, Colón también está de acuerdo con dicho plan.
Posiblemente lo único que Colón lamentaría si pasa un
buen tiempo en el bullpen es que tendrá menos oportunidades en el plato.
"Me divierto cuando estoy ahí, soy dominicano,
donde sea que estoy me divierto bateando", dijo. "Me siento muy
orgulloso, me siento muy contento de que los aficionados me reciban de esa
manera. Y no sólo los aficionados. Escucho que en la radio siempre hablan
cuando estoy bateando. Sé que el casco sale volando y les gusta hablar de eso.
Es muy entretenido y me encanta que todos lo disfruten".
Colón no se atrevió a fijar una meta ofensiva para
esta temporada, como lo hizo en el 2015. Pero al preguntársele si llegaría a un
promedio de .300 después de batear .138 el año pasado, Colón dio una gran
sonrisa.
"Si Dios quiere", expresó.
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