La
Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) asistió a la reunión de
presentación de la Copa del Mundo, que se realizó el pasado 19 de febrero en el
Palacio de Planalto, sede de la Presidencia de la nación.
Durante
el encuentro, fueron presentadas las acciones y perspectivas del gobierno
federal con respecto a la Copa del Mundo, así como las percepciones e
iniciativas relacionadas con el evento internacional del que Brasil será anfitrión
desarrolladas por iglesias y entidades religiosas.
Según
la Agencia Informativa Católica, los representantes de la CNBB cuestionaron las
diversas violaciones de derechos que están siendo practicadas en nombre de la
Copa del Mundo 2014: remociones forzadas, indemnizaciones injustas, falta de
participación popular en las decisiones y violencia estatal.
Durante
un encuentro celebrado en el mes de diciembre con todas las organizaciones
religiosas del país, se acordó realizar misas en otros idiomas, formar agentes
para la recepción de turistas, elaborar cartillas con orientaciones sobre la
Copa del Mundo y programar una serie de actividades que fomenten la transmisión
de los valores cristianos.
Otra
gran preocupación de la Iglesia en Brasil es que el certamen deportivo mundial
incentive el turismo sexual, el tráfico de personas y la prostitución. Para eso
se está instrumentando en las ciudades sede la campaña “Juegue a favor de la
vida”, que contribuye a la prevención de estos flagelos sociales.
En
esta materia, se están desarrollando acciones preventivas de sensibilización,
capacitación, organización, participación y movilización social para antes,
durante y después de la realización de la Copa. La campaña fue lanzada por la
red con el nombre de “Un grito por la vida”.
Desde
que el papa Francisco llegó al Vaticano, la Iglesia ha dado varias muestra de
interés por el deporte y, especialmente, el fútbol. La última semana, Dilma
Rousseff viajó a Roma para participar en la designación del arzobispo de Río de
Janeiro, Orani Tempesta, como cardenal.
Durante
la estadía, la mandataria brasileña y Francisco mantuvieron un encuentro
privado, en el que Rousseff le obsequió al Sumo Pontífice una camiseta de
fútbol firmada por Pelé y una pelota autografiada por Ronaldo, antes de pedirle
en tono de broma que rece por que Brasil salga campeón.
Fuente:infobae.com
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