NUEVA YORK. A Miguel
Castro le tocó llevar el maletín de Hello Kitty al bullpen. Roberto Osuna trajo
a sus padres y hermana para que pudieran verlo en el Yankee Stadium. Cosas
propias de novatos en el béisbol de Grandes Ligas.
En sus debuts, los dos
relevistas de 20 años de los Azulejos de Toronto demostraron que no se arredran
con nada, y se despidieron de Nueva York dejando huella: el dominicano Castro
se apoderó de la tarea de cerrador del equipo, mientras que el mexicano Osuna
se dio el gusto de ponchar dos veces a Alex Rodríguez, incluyendo su primer
ponche en las mayores.
Con 21 años de espera, los
Azulejos tienen la sequía más larga sin clasificarse a los playoffs, pero el
panorama es optimista en 2015. Su núcleo ofensivo formado por José Bautista,
Josh Donaldson, Edwin Encarnación, Russell Martin y José Reyes debe liderar la
carga a la postemporada. Pero la apuesta audaz del equipo ha sido arrancar la
campaña con seis novatos en su nómina.
“No tenía ese pensamiento
que iba a estar acá”, dijo Castro, quien puede soltar una recta de 97 millas
por hora, emplea un cambio de 87 y dispara un slider que aterriza en 82. “Uno
siempre tiene la esperanza de demostrar lo que puedes hacer. El béisbol es como
una tómbola”.
Castro firmó con los
Azulejos en enero de 2012, y con el bono de US$180,000 pagó cirugías a su madre
(tumor fibroso) y a su padre (próstata).
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