SANTO DOMINGO. El Palacio
Nacional de Voleibol tiene varios dolientes, en especial uno a quien está
dedicado el nombre de esta instalación, Gioriver Arias.
La razón es simple, si se
quiere. “El Palacio es un centro de convención”, señala Arias, una de las pocas
figuras que ven en vida la dedicación de una instalación destinada a un
deporte, al cual dieron su vida. “La selección nacional de mayores (femenina)
no tiene acceso a practicar ahí, porque siempre está ocupado. O hay una
convención, o una reunión, o hay graduaciones, presentaciones artísticas, de
eventos religiosos, en fin siempre está lleno”, explica.
Si bien cualquiera de esas
actividades se producen en un día específico, el hecho de montar la tarima toma
varios días, y luego que termina, hay riesgo de que se tome dos días más para
desmontar todo el escenario. “Es decir no pasa una semana sin que esté ocupado,
difícilmente. Cualquier día de la semana”, apunta Arias. No sólo el equipo
femenino de mayores se ve afectado, también ocurre lo mismo a la selección
masculina de ese nivel. “Deportivamente solamente se pudo usar, y nos sentimos
agradecidos, con el baloncesto, mientras estuvo la LNB, fue un certamen
deportivo, pero después son eventos que no tienen que ver nada con el deporte”.
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