La mística de Uruguay volvió a mover montañas.
Al borde del abismo en la Copa del Mundo, un cabezazo de Diego Godín a los 81
minutos le dio a Uruguay un triunfo 1-0 sobre Italia y clasificó a la “Celeste”
a la segunda ronda. Por segundo partido consecutivo, Uruguay se embolsó los
tres puntos al amparo de un gol en el tramo final, y eliminó a Italia en la
primera ronda de un Grupo D que ganó Costa Rica. “Otra vez, la verdad que el
trabajo del equipo fue impresionante, descomunal”, expresó el defensor Godín. “La
confianza que teníamos era impresionante, y la fe y el deseo de ganar lo
demostramos en todo momento”.
Los
uruguayos parecían despedirse del torneo frente al catenaccio italiano,
aplicado otra vez para un partido de vida o muerte, y la brillantez del portero
Gianluigi Buffon. Otro naufragio italiano en el Mundial, el segundo seguido en
el que el campeón de 1934, 1938, 1982 y 2006 se despide a las primeras de
cambio, marcando un amargo adiós para veteranas figuras como Buffon y el
centrocampista Andrea Pirlo. Como consecuencia adicional, el entrenador Cesare
Prandelli presentó su renuncia al cargo.
Tras
un letárgico comienzo, seguido por un tenso trámite, el partido acabó de manera
trepidante.
La
expulsión de Claudio Marchisio a los 59 minutos, tras ir temerariamente con los
tacos de frente en un lance con Egidio Arévalo, le dio al final una cuota
enorme de dramatismo. El árbitro mexicano Marco Rodríguez no titubeó en
mostrarle la roja directa al volante italiano.
Y otro
episodio para la polémica por parte de Luis Suárez y su dentadura. A los 80, el
ariete uruguayo entró en un forcejeo con Giorgio Chiellini. En las repeticiones
de televisión se pudo ver al delantero charrúa aparentemente morder el hombro
izquierdo de Chiellini.
El
zaguero italiano se descubrió el hombro para mostrarle al colegiado que Suárez
aparentemente le había dado un mordisco, rememorando el episodio del año pasado
en la liga Premier inglesa. Entonces, Suárez fue suspendido 10 fechas con su
club Liverpool por morder a Branislav Ivanovic.
Pero
el árbitro pareció que no se percató de lo ocurrido y el partido siguió.
Chiellini
arremetió contra Rodríguez, tachando de “absurdo” su criterio por no haber
expulsado a Suárez. “Fue tan clarísimo. Me ha quedado hasta una marca”, dijo
Chiellini sobre el mordisco. Obligado a ganar para seguir con vida, Uruguay se
había volcado al ataque en procura del gol de la diferencia. Y lo encontró tras
un tiro de esquina cobrado por Gastón Ramírez y cabeceado por Godín.
“Tuvimos
la circunstancias y, si quiere, la suerte de haber ganado en ese tiro de
esquina la posición, hacer un lindo gol, que nos dio un resultado que sumado al
que conseguimos unos días atrás no era fácil siquiera de soñar antes del
partido”, apuntó el técnico uruguayo Oscar Tabárez. Antes, Buffon se había
lucido con una serie de intervenciones para sacar goles cantados ante un par de
remates de Suárez.
Apostarle
al empate fue una arriesgada, tal vez contraproducente, estrategia de
Prandelli, quien hasta ahora había recibido elogios por darle a Italia un
estilo más abierto.
Uruguay,
en cambio, fue a lo que sabe más: entrega, sacrificio e ímpetu para luchar
hasta el último aliento. Fue así que revirtió su rumbo en el torneo, que
arrancó torcido al perder 3-1 ante Costa Rica.
Recuperado
de una lesión en la rodilla izquierda, Suárez debutó en el Mundial en el
segundo duelo y anotó los dos goles para vencer 2-1 a Inglaterra, facturando el
de la victoria a los 85 minutos. “Mérito al trabajo que hizo el equipo. Es
increíble, y bueno, después de haber arrancado mal el grupo creo que lo mejor
que merecíamos era revertir esta situación y demostrar para qué estamos”,
afirmó Suárez. Uruguay se clasificó como segundo en su grupo y jugará en
octavos el sábado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro ante la selección de
Colombia, que ayer venció 4-1 a Japón.
Será
el primer partido de la “Celeste” en ese estadio en un Mundial luego del famoso
“Maracanazo”, cuando venció a Brasil en el partido decisivo del torneo de 1950.
“Somos un país futbolístico con muchos condicionantes, la poca población, la
poca cantidad de futbolistas que tenemos... y tratamos de competir a este nivel
tan importante con lo que tenemos”, contempló Tabárez, el técnico de una
selección que quedó cuarta en el pasado Mundial y luego conquistó la Copa
América en Argentina.
La
última vez que Italia no sorteaba la primera ronda en mundiales consecutivos
fue en las ediciones de 1950 y 1966. Prandelli, quien previo al torneo había
renovado su contrato hasta 2016, anunció su renuncia. “Soy el responsable del
proyecto técnico y por lo tanto he anunciado mi dimisión al presidente (de la
Federación Italiana Giancarlo) Abete y a Demetrio Albertini (jefe de la
delegación)”, dijo. Prandelli también fustigó al árbitro por la expulsión de
Marchisio: “Es absurdo quedarse con 10 hombres en un partido como este. No se
cometieron el tipo de faltas que ameritaban expulsiones. No se puede arruinar
un partido de esta magnitud. El árbitro lo arruinó”.
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