El escolta Jason Terry y el veterano base Jason Kidd, con sendos triples y dos puntos más cada uno desde la línea de personal iban a sentenciar el marcador a favor de los Mavericks, que cinco años después de haber perdido las Finales del 2006 ante los Heat están a las puertas de devolverles la venganza deportiva. Los Mavericks, que en el 2006 tenían la ventaja de campo y 2-0 en la serie, además de 13 puntos en el tercer periodo del tercer partido, al final perdieron las Finales por 4-2. Ahora tienen la ventaja, están a un triunfo de su primer título, y lo que es más importante no han permitido que esta vez los Heat utilicen su campo para celebrar un segundo anillo de campeones, de hacerlo será en Miami y después que se haya tenido que disputar un séptimo partido.
Junto a Nowitzki, Terry volvió a ser el jugador provocador para los Heat y levantó la moral a sus compañeros cuando el equipo de Miami tenía el control del partido y dominaba en el marcador. Al final su triple para el parcial de 108-101, teniendo al alero LeBron James como su marcador, fue espectacular. Ahí se vinieron abajo los Heat aunque todavía quedaban 33 segundos por jugarse.
Terry aportó 21 puntos, seis asistencias, para ser el sexto jugador indiscutible del equipo y del partido, mientras que el base puertorriqueño José Juan Barea, que volvió a salir de titular, se convirtió en el factor sorpresa y ganador para los Mavericks. Barea aportó 17 puntos, el tercer máximo encestador del equipo, después de jugar 26 minutos anotar 6 de 11 tiros de campo, incluidos 4 de 5 triples, y 1-1 desde la línea de personal, repartió cinco asistencias y capturó dos rebotes.
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