Jupiter, Florida.- Cuando demuestra un poco de paciencia al bate,
Marcell Ozuna es capaz de mandar la bola bien lejos. Eso fue precisamente lo
que hizo en la derrota de los Marlins por 6-5 ante los Bravos el viernes en el
Champion Stadium.
Ozuna conectó un jonrón descomunal contra Matt Wisler
que se fue por encima de la pizarra entre el jardín central e izquierdo. Dicho
bambinazo fue un recordatorio más del potencial del jardinero dominicano.
“Tiene poder”, dijo el manager de la novena de Miami,
Don Mattingly, acerca de Ozuna. “Es simplemente cuestión de que perfeccione su
swing. Ha estado poniendo buenos swings”.
Ozuna, de 25 años de edad, ha sido uno de los puntos
luminosos para los Marlins desde que comenzaron los entrenamientos.
El quisqueyano ha estado trabajando de cerca con los
coaches de bateo del club, Barry Bonds y Frank Menechino, para simplificar su
postura en la caja de bateo y sentirse más relajado a la hora de batear.
“Paciencia”, dijo Ozuna. “Hace un año, me estaba
apresurando. Cuando me apuro, el resultado es una bola por el
suelo”. Hasta ahora, Ozuna luce mucho más relajado y ha demostrado mejor
compostura.
Los resultados han sido evidentes en la
postemporada. Ozuna llegó a la acción del sábado con promedio de .333 (de
24-8) en la Liga de la Toronja con dos dobles y dos vuelacercas.
Los Marlins cuentan con que Ozuna produzca bastantes
carreras. El quisqueyano viene bateando segundo en el lineup, detrás de Dee
Gordon y delante de Christian Yelich y Giancarlo Stanton.
Joe Frisaro
MLB.com
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