SD. Los torneos superiores que se
realizan en distintos puntos del país han permitido que muchos jugadores se
desarrollen, pero la reclasificación de esos campeonatos, así como de los
jugadores propios, ha abierto más la posibilidad de un mayor progreso de estos
atletas.
Las razones las explica el presidente de la Federación
Dominicana de Baloncesto, Rafael Uribe. Si bien el torneo nacional (LNB) que
funciona en el país es importante, es de corta duración, diferente a otras
naciones que sus campeonatos se extienden entre “cinco y siete meses”.
Todavía RD dista de ese punto, y ahí entran los
torneos regionales que se juegan en el país. Uribe explica que en “los últimos
30 o 40 años” esos torneos no sólo han fortalecido a los jugadores, sino
también a los dirigentes, árbitros y otros componentes del juego. “Qué sería si
no tuviéramos esos torneos. Qué hacen los jugadores sin esos torneos”, señala.
La
clasificación
Bajo la gestión de Uribe se comenzó a clasificar los
torneos y los jugadores, una pirámide que favorece esos campeonatos y
jugadores. Se registran tres torneos grandes que son los de nivel A, explica, y
son Santiago, La Vega y el Distrito Nacional. Sigue el B (Moca, La Romana; San
Cristóbal, San Pedro de Macorís, Puerto Plata); la C (Santiago Rodríguez,
Barahona, Azua, otros); “luego vienen los de municipios, que son D” (Haina,
Villa Rivas, Villa González, Tamboril, Constanza, Villa Mella, Los Alcarrizos,
Herrera y el de la provincia Santo Domingo).
Hacer eso conllevó a clasificar a los jugadores. Aquí
se toma en cuenta dos puntos, si pertenecen a la selección nacional de mayores
y además su valor en el mercado. “Eso es para evitar que los jugadores de ese
nivel estén jugando en cancha dura”, es decir, por debajo de su nivel. Recuerda
que antes mandaban a buscar a un jugador de nivel A “para un partido” de un
torneo con nivel inferior. “Ya eso se terminó”, dijo. Además, también favorece
la masificación, “da oportunidad a los otros porque (antes) solamente giraban
alrededor de ocho o 10 jugadores en todos los torneos. Ahora hay un abanico,
porque el jugador C, también tienen su oportunidad”.
El listado, dijo, “se revisa a principio de año” y puso
de ejemplo a Manuel Fortuna, que era un jugador A, y se va a bajar a B.
¿Porqué, porque ya no refuerza en los torneos más importantes. Entonces tienes
que crearle espacio para que pueda reforzar”.
Puso también de ejemplo a Juan Pablo Montás, quien en un
momento determinado fue quinteto de la selección nacional de mayores, pero “ya
es un jugador B” y así de esa forma puede jugar en otros torneos provinciales.
Lo mismo ocurre con Amaury Filión, exselección nacional por varios años, quien
era categoría A. “Ahora es B”.
Cortesía Carlos Sánchez
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