Barcelona, España. 36 días después de la lesión de Leo
Messi, respira aliviado el barcelonismo, que ha visto cómo en este tiempo el
equipo azulgrana sigue siendo muy competitivo, está en lo más alto de la Liga y
de la Champions y además ha encontrado en Neymar y Luis Suárez a los jugadores
de referencia.
Desde que Messi se lesionó ante el Las Palmas el 26 de
septiembre, una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla izquierdo,
Neymar y Suárez han aumentado sus prestaciones y Luis Enrique ha sumado
soluciones tácticas al equipo con la aparición en escena de Sergi Roberto.
Neymar, Suárez y Sergi Roberto, pero también Andrés
Iniesta y Sergio Busquets. El albaceteño se rompió el bíceps femoral tres días
después de la lesión de Messi y estuvo un mes de baja. En ese tiempo, entre los
mediocampistas quien ha crecido más es Busquets.
El jugador de Badia ha aguantado el pulso de la
situación. Ha brillado a un gran nivel como mediocentro e, incluso, cuando por
exigencias de las lesiones Mascherano ha jugado por delante de los defensas,
Busquets ha jugado por detrás de los delanteros con plenas garantías.
Pese a que sorprendentemente nunca está en la lista de
los candidatos al ‘Balón de Oro’, Busquets está en el mejor momento de su
carrera. Equilibra el equipo en defensa y le da profundidad en ataque. Y no
falla nunca.
El canterano ha dado el paso definitivo y lo ha hecho
casualmente cuando Luis Enrique lo ha tenido que utilizar en una posición nada
habitual para él, la de lateral derecho en sustitución de Dani Alves.
Se lesionó el brasileño y el técnico lo puso como
carrilero por la derecha. Sus prestaciones mejoraron notablemente y cuando
regresó Alves, Sergi Roberto pasó a jugar en su demarcación natural: la de
interior; posición en la que siempre despuntó en el filial y donde por fin ha
conseguido hacerse con un hueco en el once titular.
Pero es que además, en estos últimos partidos, a la
calidad de Busquets y la de Sergi Roberto se ha añadido la mejor versión de
Andrés Iniesta. Después de un mes de baja, Iniesta ha vuelto con las mejores
sensaciones, con esa visión de juego única, el fútbol al primer toque y ese
cambio de ritmo que convierte lo imposible en fácil.
El último contratiempo impedirá observar la última
evolución táctica decidida por Luis Enrique. Si en Getafe probó durante unos
minutos un 4-4-2, ante el Bate Borisov no pudo continuar experimentando por la
lesión de Ivan Rakitic, uno de los vértices del rombo en el medio.
Sin Messi y la inconsistencia del tercer delantero que
acompaña a Suárez y Neymar -Munir o Sandro-, Luis Enrique intentaba blindar el
centro del campo, tener más posesión y dejar más espacios para los movimientos
del uruguayo y el brasileño.
Jugaba con Busquets de mediocentro, Sergi Roberto por
la derecha, Rakitic por la izquierda e Iniesta de mediapunta. Los veinte
minutos que duró el experimento, seguramente pensado para jugar en el Bernabeu
si Messi no se recupera, ofrecieron muy buenas sensaciones.
Sin Messi, en cinco partidos ligueros y tres de
Champions, Suárez ha marcado 9 goles y Neymar 8, en total 17 de los 20 marcados
por su equipo. En este periodo solo Sergi Roberto (ante el Bayer Leverkusen) y
Rakitic (2 en el partido de la primera vuelta) se han sumado a la lista de
goleadores.
El Barça espera sin prisas a Messi. En rojo está
señalado el 21 de noviembre, fecha del gran clásico, pero no hay agobios. Saben
los azulgrana que por las lesiones y la sanción de la FIFA, en este inicio de
temporada tocaba aguantar el tipo como fuera y la realidad es otra.
El equipo azulgrana está arriba. En enero contará con
dos refuerzos de calidad (Arda Turan y Aleix Vidal) y espera repetir el patrón
físico que les llevó a la plenitud la temporada pasada, cuando reaccionó
inesperadamente a partir de enero para llevarse un triplete.
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