KANSAS
CITY. De ser un jovencito que fue sacado del roster de un equipo que ese año
fue a la Serie Mundial a un veterano que va a su primer Clásico de Octubre en
una función muy diferente a la que se ha desempeñado por casi 20 campañas en la
Gran Carpa, ha pasado mucha agua debajo de los puentes para el dominicano
Bartolo Colón.
Pero a sus 42
años de edad y con 18 temporadas de experiencia en las Ligas Mayores bajo su
cinturón, Colón no solamente está bien contento de disfrutar de su primer
capítulo en la Serie Mundial, sino también de haber servido como modelo
ejemplar para otros lanzadores más jóvenes que sacan la cara por el pitcheo de
los Mets de Nueva York.
“Para mí, esto
es como un sueño”, proclamó Colón, integrante del cuerpo de relevo de los
campeones de la Liga Nacional. “Significa mucho para mí y para todos los
peloteros que están aquí [con los Mets] en la Serie Mundial”.
Por esas cosas
de la pelota, Colón, que está en las postrimerías de una carrera en las Grandes
Ligas iniciada en 1997, estuvo a punto de intervenir en su primer Clásico de
Octubre en la propia aurora de su trayectoria en las Ligas Mayores.
“Significa
mucho porque en 1997 [con los Indios de Cleveland] me sacaron del roster de 25
peloteros”, explicó Colón. “Al año siguiente entramos de nuevo a los playoffs,
les gané a los Yankees de Nueva York (una sola carrera tolerada en nueve
entradas en tremendo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana) y
pensé que nos íbamos a meter a la Serie Mundial”.
Posteriormente,
Colón también participó en la Serie Divisional con la novena de Anaheim y los
Atléticos de Oakland, pero los dioses del diamante ignoraban su pedido de poder
acudir a la finalísima beisbolera.
Irónicamente,
Colón, uno de los abridores más sobresalientes de la historia latinoamericana
de la pelota, acude al Clásico de Octubre en una función totalmente nueva a la
ejercida en la mayor parte de su carrera: como integrante del cuerpo de
relevistas de los Mets.
“A lo primero,
cuando me lo informaron [que iba a ser relevista], me sentí un poquito triste y
bajé la cabeza, pero me dije que si espero volver el año entrante, tengo que
hacer lo que me digan y me fui a mi bullpen”, expresó Colón a una pregunta de
LasMayores.Com.
Prepararse
mentalmente bien para su nueva función ha sido clave para Colón, que se siente
contento de poder aconsejar y ayudar a los jóvenes lanzadores de los Mets.
“Quiero
aportar lo más que pueda al equipo y me hace sentirme orgulloso de poder
ayudarlos a ellos”, manifestó Colón. “Cuando me ven pitcheando, saben que
siempre estoy relajado en el montículo”. Desde los estelares abridores de los
Mets hasta el propio cerrador dominicano de la novena, Jeurys Familia, todos
han podido aprovechar positivamente la sapiencia de Colón.
“A pesar de
que para él, esto [relevar] es algo nuevo, ya lleva un tiempo enorme en las
Grandes Ligas y tiene que saber muchísimas más cosas que yo”, elogió Familia,
que salvó 43 juegos en 2015. “Tiene que saber controlar sus emociones mejor que
cualquiera de los que estamos aquí.
“Me ha ayudado
bastante, como pelotero y como persona”, prosiguó Familia. “Verlo cada día es
una bendición. Es un líder. El mejor consejo que él me ha dado a mí es la
disciplina, para ser mejor persona, ser mejor pelotero, aprender a respetar a
los compañeros de equipo y más importante todavía respetar el juego”.
Asímismo, el
también dominicano Hansel Robles considera que “hay una química muy grande” en
el cuerpo de lanzadores de los Mets y una de las principales razones de ello es
la presencia de su paisano de 42 años, ganador del Premio Cy Young de la Liga
Americana en 2005.
“Bartolo es un
pitcher veterano que ha ayudado a todos los novatos”, declaró Robles. “Nos
lleva por el camino correcto. Todo lo que veo de Bartolo es positivo. Me ha
dado no uno, ni dos, sino más de 10 consejos. Me ha dicho cómo se manejan las
cosas”.
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