NUEVA
YORK-- David Ortiz supo
mantener los pies en la caja de bateo. Alex Rodríguez fue ovacionado en el
Bronx. Y la maestría de Félix Hernández en el montículo no faltó.
Al
día siguiente que los Cardenales de San Luis blanquearon a los Cachorros en
Chicago para poner en marcha la temporada, los otros 28 clubes entraron en
acción el lunes. Nunca en la jornada inaugural de las Grandes Ligas jugaron
tantos clubes.
La
tónica inicial fue la supremacía de los lanzadores, dos de los cuales
coquetearon con el juego sin hits.
Sonny Gray no
aceptó imparable sino hasta la octava entrada con Oakland.Ryan Rua le
conectó un sencillo para impedirle que se uniera a Bob Feller (1940), el único
serpentinero que ha tirado un juego sin hits en la jornada inaugural.
Max Scherzer tiró
doble cero hasta la sexta en Washington hasta que los Mets reaccionaron con
complicidad de la defensa de los Nacionales.
Y David Price estuvo
a un out de completar una blanqueada por los Tigres contra Minnesota.
Hernández
es un experto en aperturas del día inaugural, y estiró su dominio en la
victoria 4-1 de sus Marineros de Seattle ante los Angelinos de Los Ángeles.
El
as venezolano de los Marineros sigue sin conocer la derrota en el primer día.
Recetó 10 ponches y permitió apenas dos hits en siete innings para dejar en 6-0
su marca en un juego inaugural. Sólo un par han sido en Seattle.
"Es
un gran desafío. Tienes a mucha gente que está pendiente y uno tiene que
responder bien", dijo Hernández, quien se repuso a un jonrón solitario de Mike Trout en
el primer inning y salió bien librado de un atolladero con dos en bases sin
outs en el quinto.
El
derecho se convirtió en apenas el cuarto lanzador desde 1914 con por lo menos
tres aperturas en el juego inaugural en las que acumula 10 más ponches, emulando
a Randy Johnson (4), Pedro Martínez (3) y Bob Gibson (3).
Fue
un arranque auspicioso para Hernández, quien anhela lanzar en una postemporada
por primera vez con los Marineros.
Lo
insólito se dio en Miami, donde el juego contra Atlanta estuvo interrumpido
durante 16 minutos. Mientras el buen tiempo sonreía en muchas ciudades que
apenas salen de un invierno de temperaturas árticas, un aguacero fugaz mojó el
terreno del Marlins Park --estadio inaugurado hace tres años-- que cuenta con
un techo que se puede abrir y cerrar.
Bateadores
que cambiaron de dirección también dejaron su marca, como fue el caso de Jimmy Rollins y
Hanley Ramírez.
Rollins
se estrenó con los Dodgers conectando un jonrón de tres carreras que quebró el
empate en el octavo para la victoria 6-3 ante San Diego, mientras que el
dominicano Ramírez hizo otro tanto con los Medias Rojas al desaparecerla dos
veces --incluyendo un grand slam-- en la paliza 8-0 sobre los Filis.
"Esto
es lo que espero de mi equipo, que todo el mundo batee jonrones y anotando
muchas carreras", afirmó Ramírez.
Ortiz
no gravitó en la paliza de Boston al irse de 4-0 con tres ponches. Crítico
mordaz de las nuevas reglas para agilizar los juegos, el designado de los
Medias Rojas sólo salió de la caja cuando un foul rebotó en un pie.
"Big
Papi" se había marchado del camerino cuando se permitió el ingreso de la
prensa, pero el umpire principal Gerry Davis comentó que todo marchó bien.
"No
tuvimos ningún problema. Los bateadores se portaron excelentemente", dijo
Davis. "No me percaté de que nadie tuviera problemas".
Después
del retiro de Derek Jeter, los fanáticos en el Yankee Stadium dejaron en el
olvido los pecados de A-Rod y lo ovacionaron como nadie. De vuelta tras cumplir
una suspensión por dopaje y quebrantar el convenio laboral, el ahora designado
se fue de 2-1, con un boleto, en la derrota 6-1 ante Toronto.
"Tengo
que reconocer que he disfrutado este día", dijo A-Rod.
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