SANTO DOMINGO. La
trayectoria de una carrera de estrella en las ligas mayores combinada con roles
protagónicos en las oficinas se han conjugado para que Moisés Alou sea electo
para ingresar a la inmortalidad del deporte dominicano.
Alou subirá el escalón más alto del deporte nacional, como es la exaltación al Pabellón de Fama, en el 48 Ceremonial que tendrá lugar el domingo 19 de octubre venidero, con el patrocinio de Café Santo Domingo, Critical Power, S.R.L. y Ferquido.
El hombre al que las lesiones probablemente le negaron una carrera de inmortal de Cooperstown, será el último de exitosa prole de los Alou que ya tienen un lugar reservado en la historia nacional como inmortales del deporte. Su padre Felipe abrió las compuertas y siguieron sus tíos Mateo y Jesús Alou.
El hombre que nunca jugó una temporada completa de 162 partidos y en sólo cuatro ocasiones accionó en 150 o más juegos, se perdió alrededor de 350 cotejos entre 1992 cuando ya era un jugador de todos los días, y la temporada del 2005 siendo todavía titular a tiempo completo con los Gigantes de San Francisco.
La escogencia de Moisés estuvo a cargo del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Dominicano. El ex jardinero y ahora ejecutivo del béisbol profesional fue presentado este miércoles como nuevo inmortal, en un encuentro con la prensa efectuado en uno de los salones del Pabellón de la Fama, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Con Alou, también presentada Teresa Durán, la más prolífica anotadora que haya conocido el baloncesto dominicano, tanto en los torneos distritales como con la selección nacional de mayores.
Alou no sólo ha sido escogido por sus altísimos méritos como jugador de béisbol, sino por los éxitos cosechados en las oficinas como gerente general de los Leones del Escogido y con el equipo de República Dominicana que en febrero del año pasado conquistó invicto la corona del Clásico Mundial de Béisbol.
Fue guardabosques de los Piratas de Pittsburg, Expos de Montreal, Marlins de la Florida, Astros de Houston, Cachorros de Chicago, Gigantes de San Francisco y Metros de Nueva York.
Debutó en la Gran Carpa en 1990 con los Piratas, pero ese mismo pasó a los Expos, con los que jugó hasta 1996 bajó las riendas de su padre Felipe como manager del equipo canadiense. Se retiró el 2008 como un miembro de los Mets luego de 17 campañas en liga mayor, la mayor parte de ellas como figura de principalía en sus equipos.
Moisés es uno de los pocos jugadores dominicanos con un promedio vitalicio de .300 de average en las mayores. Promedió .303, conectó 332 cuadrangulares y remolcó 1,287 carreras. En 1,942 partidos en que vio acción, agregó una producción de 421 dobles, 2,134 hits. Se le consideró uno de los mejores guardabosques del negocio entre 1990 y el 2000.
Asistió a seis Juego de Estrellas (1994, 97, 98, 2001, 2004 y 2005) y ganó un anillo de Serie Mundial en el 97 con los Marlins, cuando le arrebataron el premio de Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño para dárselo a su compañero, el lanzador cubano Liván Hernández, ganador del primero y el quinto partido. Moisés Bateó .321, con tres jonrones y nueve remolcadas.
En nueve de sus 17 temporadas bateó al menos 20 jonrones y puso sus cifras topes en batazos de cuatro esquinas en las campañas de 98 y el 2004 cuando fletó 38 y 39 con los Astros y los Cachorros, respectivamente. Logró 14 estaciones seguidas se 20 o más dobletes, incluyendo una marca personal de 36 el 2004.
El hijo de Felipe logró cinco campañas de tres dígitos en carreras remolcadas y cuatro de ellas fueron en años consecutivos, 115, 124, 114 y 108 (la primera con los Marlins y las restantes con Houston). Volvió a producir 100 vueltas (106) el 2004 en los Cachorros. Anotó 1,109.
Alou ganó además los Bates de Plata en 1994 y 1998, mientras que en el 97 obtuvo el premio Babe Ruth por su sobresaliente campaña ofensiva.
Asistió a la postemporada en cuatro ocasiones (97, 98, 2001 y 2003) y promedió .276, en 134 visitas al plato, 34 partidos, 14 anotadas, 37 hits, 24 remolcadas, siete dobles y cinco batazos de vuelta completa.
Además de ser el arquitecto que confeccionó el equipo dominicano que ganó el Clásico Mundial de Béisbol, Moisés llegó a los Leones del Escogido para convertirlos en un equipo campeón por primera vez en 18 años.
Los Leones, con Alou como gerente general, ha ganado tres de los últimos cuatro campeonatos, fue campeón en la liga como jugador con las Aguilas cibaeñas y tiene coronas como jugador en la Serie del Caribe reforzando a los Leones y como gerente del mismo equipo escarlata.
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