MADRID. Una masacre,
sin paliativos, excusas ni más justificación que su propio baloncesto, los
Estados Unidos le pasó por encima de Serbia (129-92) y ganó la Copa del Mundo
en España.
El equipo europeo ofreció
resistencia durante cuatro minutos, hasta que la máquina estadounidense se puso
en marcha, ofreciendo una demostración de básquet, tanto en defensa como en
ataque, donde destacaron Kyrie Irving y James Harden, con 26 y 23 puntos respectivamente.
Estados Unidos se
convierte así en el tercer equipo de la historia en ganar dos Copas del Mundo
consecutivas, tras Brasil (1959 y 1963) y Yugoslavia (1998 y 2002), pero es el
primero en sumar dos oros olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012) y dos títulos
mundiales (Turquía 2010 y España 2014) seguidos.
El gran artífice de esta
racha es el técnico Mike Krzyzewski, contratado a finales de 2005 por la
Federación Estadounidense para devolver el orgullo al país donde nació el
baloncesto, tras los fracasos en el Mundial de Indianápolis 2002 y de los
Juegos de Atenas 2004.
En sus ocho años en el
cargo solo ha sufrido una derrota, en las semifinales del Mundial de Japón,
ante Grecia. Considerado el mejor entrenador de la historia del básquet
universitario norteamericano, suma ya dos oros olímpicos, dos títulos mundiales
y un bronce (el de 2006).
A España 2014, Estados
Unidos se presentó con un grupo en el que no había grandes estrellas, pero se
comportó con un verdadero equipo y sus jugadores, ninguno de ellos ha ganado
aún ningún anillo de la NBA, con un hambre insaciable por triunfar.
Estados Unidos - Serbia
129 - 92 (35-21, 32-20, 38-26, 24-25)
Estados Unidos: Curry
(10), Faried (12), Irving (26), Harden (23), Davis (7) - cinco inicial.
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