miércoles, 11 de junio de 2014

Cancha de Manaos en pésimas condiciones; Inglaterra-Italia juegan en tres días

Mario Balotelli (i), Lorenzo Insigne (atrás) y Ciro Immobile (d), de italiana, entrenan en Mangaratiba, Brasil (ap)RIO DE JANEIRO.- El césped del estadio Arena Amazonia de Manaos se encuentra "francamente mal" a tres días del partido Inglaterra-Italia de la primera fase, admitió el miércoles la empresa encargada del mantenimiento.

Carlos Botella, ingeniero agrónomo de la compañía española Royal Verd que supervisa el césped de siete de las 12 sedes del torneo, dijo a The Associated Press que se ha iniciado un plan de emergencia con abono, fertilizantes y bioestimulantes para intentar recuperar la cancha. Sin embargo, reconoció que la medida difícilmente producirá resultados antes del choque entre ingleses e italianos el sábado en el Grupo D.

"Manaos está francamente mal", explicó Botella. "Las condiciones climáticas no han ayudado. Está lloviendo mucho. Hemos empezado a aplicar un plan de choque, de emergencia, para intentar recuperar el campo y mejorarlo al máximo, pero no creo que el sábado esté bien".

Un equipo de ocho personas trabaja sobre el terreno. Botella confió en que los tratamientos surtan algún efecto de cara al siguiente compromiso previsto en Manaos, que enfrentará a Camerún y Croacia, integrantes del Grupo A, el 18 de junio.

Botella indicó que el Arena Amazonia fue un reto organizativo desde el principio, con varias empresas subcontratadas en una zona de muy difícil acceso en el corazón del Amazonas. Cuando el césped fue plantado, el exceso de calor mezclado con los fertilizantes provocó una plaga de algas, que fue resuelta poco después.

"El mantenimiento siempre ha sido complejo en Manaos", señaló. "No hay carreteras. La maquinaria y todo el material había que llevarlo por barco. No hay abono, no hay semillas. Ha sido muy complicado".

Botella dijo que los sistemas de drenaje han funcionado en las otras seis sedes que dependen de Royal Verd y su socio brasileño, y la hierba se encuentra en buenas condiciones a pesar de las lluvias recientes. Además de Manaos, la empresa española, que realiza tareas de mantenimiento en estadios como el Nou Camp de Barcelona, supervisa las canchas de Maracaná (Río de Janeiro), Mineirao (Belo Horizonte), Nacional (Brasilia), Castelao (Fortaleza), Arena Fonte Nova (Salvador de Bahía) y Arena Pernambuco (Recife).

"En un país tan grande con diferentes climas es muy difícil tener un estándar similar", explicó. "También hay estadios que se han acabado más tarde y que quizá el césped no esté tan bien establecido".

El estado de las canchas de juego es un debate recurrente en los mundiales y fuente inagotable de quejas por parte de muchas selecciones. Pero según Botella, las reglas de la FIFA están claras. La altura de la hierba oscila obligatoriamente entre los 18 y los 22 milímetros.

Mientras que la decisión de regar o no el campo antes o en el descanso de los partidos no depende de los equipos, sino de un coordinador general de la FIFA en cada estadio asesorado por el ingeniero encargado del césped.

Sobre la diferencia entre el pasto de Europa, considerado más rápido, y Sudamérica, lento y pesado, Botella admitió que esa diferencia es real. Pero el trabajo realizado en Brasil ofrecerá una interesante mezcla de césped para favorecer la velocidad de la pelota.

"En Sudamérica se trabaja con gramas, que son hierbas más bastas y que crecen horizontalmente, y en Europa se trabaja con 'ray grass' que es un césped fino y que crece verticalmente", relató. "Por suerte para la Copa del Mundo se ha conseguido hacer una mezcla entre ambas, la grama mantendrá la resistencia del campo y el 'ray grass' le dará la velocidad al balón".

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