SANTO DOMINGO. La versión
del Melky Cabrera que sorprendió a propios y extraños entre Kansas y San
Francisco (2011-2012) parece estar de vuelta.
El hainero se está
limpiando a base de palos todo el lodazal que adhirió a su imagen con su
positivo de dopaje en 2012, y su vinculación al escándalo Biogenesis el pasado
año.
Cabrera amaneció ayer como
el tercer mejor bateador de la Liga Americana (.345), tiene el quinto mejor
slugging (.563), y apenas se ha ido en blanco en uno de los primeros 20
partidos para los Azulejos.
De los 30 imparables en 87
apariciones que tiene el guardabosque, 10 son extrabases repartidos en cuatro
jonrones, cinco dobles y un triple. Ha anotado 12 carreras y remolcado cuatro.
Después de cumplir una
suspensión de 50 partidos, y renunciar al título de bateo de la Liga Nacional
(.346), Toronto apostó por Cabrera otorgándole un contrato de dos años y US$16
millones que termina el primero de octubre.
El primer año en Canadá
estuvo afectado por lesiones que limitaron la campaña a 88 encuentros y su
producción en ese trayecto fue de .279 con tres cuadrangulares y 30 remolcadas.
NPerez@diariolibre.com
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