BARCELONA.- Dos equipos heridos se enfrentan el miércoles en el
Barcelona-Manchester City por el partido de vuelta de octavos de final de la
Liga de Campeones.
Los anfitriones cuentan con ventaja de 2-0 en la eliminatoria tras ganar la ida en Manchester hace 20 días, pero pocas cosas han ido bien desde entonces para ambos, y cuesta adivinar quien afronta más tocado la cita, clave para definir la temporada de dos equipos aspirantes a todo, tanto en Europa como en sus competiciones domésticas.
El Barsa, cuatro veces campeón continental, viene de perder en la liga española, 1-0 el sábado en cancha del Valladolid, donde ofreció una pobre imagen y cedió buena parte de sus opciones a revalidar el título de campeón. Un descalabro en la Champions agudizaría su crisis a 11 jornadas de enfrentar un trascendental clásico liguero con el líder Real Madrid.
Los azulgranas, que matemáticamente todavía tienen opciones de conquistar el triplete de la liga, Copa del Rey y Champions, marchan a cuatro puntos del Madrid en la primera competición, tienen cita con los blancos para la final de la segunda el 16 de abril y necesitan, cuanto menos, pasar ronda en la tercera para apaciguar los ánimos de crítica y público, cada vez más crispados con la labor del timonel argentino Gerardo Martino y sus futbolistas.
"Si en esta situación no tengo temple, debería dedicarme a otra cosa. Debemos recuperar sensaciones y pensar en qué hicimos cuando el equipo jugó bien. El equipo está vivo, tiene amor propio y valentía", valoró el martes Martino. "Yo no correría tantos riesgos descartándolo prematuramente. Estoy convencido de que mañana jugaremos un muy buen partido. Tenemos que dejar a un costado lo que pasó en Valladolid".
No mucho más tranquilas bajan las aguas para el chileno Manuel Pellegrini en Manchester, pues su equipo también ha perdido comba en la liga, donde marcha cuarto, a nueve puntos de distancia del odiado Chelsea, aunque con tres partidos menos, y viene de caer eliminado en la copa inglesa de forma lamentable, al perder el domingo por 2-1 con el modesto Wigan, de la segunda división.
"Estos golpes sirven para unirnos más. Creemos en nosotros y queremos ser protagonistas ante uno de los mejores equipos del mundo y que tiene al mejor jugador. Somos una gran institución y no nos conformamos con nada", espetó Rubén Cousillas, ayudante de Pellegrini, sancionado con dos partidos por sus criticas arbitrales.
La desventaja de la ida se antoja un obstáculo más que complicado para los "Citizens" en el imponente Camp Nou; pero si algo ha condenado al Barsa últimamente son sus malos inicios de partido. Y a los británicos se les pueden recriminar muchas carencias, pero no precisamente la falta de gol.
Menos aún con el regreso del argentino Sergio Agüero, ausente en la ida por lesión, autor de 26 dianas en la temporada y buen conocedor de la liga española tras su paso por el Atlético de Madrid.
La zaga barcelonista vive momentos bajos, en especial a balón parado, dónde ha encajado ocho de sus 22 goles en liga. El reciente anuncio de marcha del capitán Carles Puyol al final de temporada, unido al adiós programado del arquero Víctor Valdés y los problemas físicos que arrastra el central Gerard Piqué preocupan en el seno de la entidad.
"El equipo no está tocado. Es más fácil criticar después de una derrota, pero ha demostrado a lo largo de cinco años que no ha saciado su apetito. Sabemos que no hay más margen de error. Pero que todavía no nos den por muertos. Esperen un poquito más, las cosas no están tan mal", defendió el zaguero Javier Mascherano, quien pidió "respeto" para su compatriota Martino.
El poderío aéreo es una de las armas a tener en cuenta del City, que se engancharía de nuevo en la eliminatoria abriendo el marcador. Aunque a su vez los celestes acusan sus propias carencias defensivas, como evidenció Martín Demichelis en la ida, cuando un error suyo precipitó su expulsión y el primer tanto de penal del también argentino Lionel Messi.
El astro rosarino, cosechador de 27 dianas a lo largo del curso, truncó en Valladolid una racha de seis partidos seguidos marcando y, tras ver como el madridista Cristiano Ronaldo ya le ganó el último Balón de Oro, ansia reforzar su aura con una gran noche europea.
Enfrente le estará esperando Vincent Kopmany, quien no tiró la toalla en la previa. "El futbol esta hecho de partidos como este y esperamos tener una de esas noches especiales. Si apretamos arriba, somos agresivos y conseguimos la ventaja, la dinámica del partido cambiara. Está en nuestra mano. Tenemos que creer", arengó el central.
Pellegrini afrontó el partido del Wigan con la mira puesta en Barcelona, reservando a titulares habituales, y el tiro le salió por la culata.
El City, que no podrá contar con el sancionado Demichelis y el lesionado zaguero Matija Nastasic, necesita pasar ronda para validar sus aspiraciones de ingresar en la élite continental y se juega el futuro a una mano ante un rival con las cartas marcadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario