GRENOBLE,
Francia. Tras casi 72 horas de cuidados intensivos en un hospital de
Grenoble, los médicos de Michael Schumacher seguían siendo prudentes este
miércoles sobre el estado de salud del campeón alemán de F1 que sufrió un
accidente de esquí.
Aunque
se constató una “ligera mejoría”, su estado se considera “crítico” y los
médicos se resisten a realizar un pronóstico, tras haber advertido de que las
próximas horas serían cruciales. “Seguimos en un estado considerado frágil”,
subrayó el martes Jean-François Payen, jefe del servicio de reanimación del
Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Grenoble (sureste de Francia), donde
está ingresado el ex piloto desde el domingo. Por su parte, el jefe del
servicio de neurocirugía, Emmanuel Gay, consideró que el pronóstico vital del
siete veces campeón de mundo seguía estando “comprometido”.
Un
rayo de esperanza se vislumbró el martes por la mañana, cuando el equipo médico
anunció en una rueda de prensa que había operado por la noche por segunda vez
al campeón, lo que permitió “extraer un hematoma” con éxito del interior de su
cerebro.
Durante
la primera operación, el domingo, los médicos habían extraído “hematomas que
estaban fuera del cerebro, bajo la piel, bajo la caja craneal”, recordó Gay.
Pero Schumacher, al que se sigue manteniendo en coma artificial y en
hipotermia, no está “fuera de peligro”, subrayaron los médicos, que rechazan
hacer especulaciones sobre el futuro de su paciente. De momento, las lesiones
en el cerebro de Schumacher, que cumplirá 45 años el viernes, tienen que ser
controladas hora por hora, dijeron los médicos, excluyendo trasladarlo a otro
centro hospitalario.
“No
hay que decir ‘hemos ganado’. Hay que decir que hay altibajos y que está un
poco mejor que ayer, que globalmente en 24 horas está un poco mejor que al
principio. Pero hay que ser realistas”, insistió por su parte el neurocirujano
Gérard Saillant, que dirige el Instituto del Cerebro y la Médula Espinal y
presente desde el domingo en Grenoble a “título de amigo”.
La
directora general del CHU, Catherine Hubert, indicó que no se preveían ruedas
de prensa diarias si no pasaba “nada particular”.
El
piloto cuenta con la compañía de su mujer, Corinna, y de sus dos hijos, Gina
Maria, de 16 años, y Mick, de 14 años.
Los
médicos y la dirección del CHU se enfrentan a una gran presión de la prensa de
todo el mundo, instalada desde el domingo en el aparcamiento del hospital. A la
espera de que haya novedades sobre el estado de salud de “Schumi”, crecen las
dudas sobre las circunstancias del accidente.
Casco
“quebrado en dos partes”
Según
la dirección de la estación de Meribel y la fiscalía de Albertville, ambos en
la región de Saboya, Michael Schumacher se golpeó la cabeza con unas rocas a
gran velocidad mientras esquiaba con su hijo en una zona fuera de pista.
Su
casco, que “se quebró en dos partes” en el momento del choque según una fuente
cercana a la investigación, no bastó para protegerlo.
AP
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