DETROIT, AP. Jim Leyland se despidió del béisbol en la cima. El piloto de los
Tigres de Detroit renunció al cargo el lunes, dos días después de que los
Tigres cayeron ante Boston en seis juegos en la final de la Liga Americana.
“Voy
a cumplir 69 años”, dijo en una conferencia de prensa. “No me avergüenzo de
ello. Me siento orgulloso. Pero me estoy quedando sin combustible”. “Este
trabajo exige mucho más de lo que cree la gente”, añadió.
El
piloto llevó a la novena de Detroit a la Serie Mundial dos veces en ocho años y
los Tigres ganaron en tres ocasiones la división Central de la Liga Americana
bajo su mando.
Leyland
trabajaba con contratos anuales desde hacía un par de años, consciente de que
se acercaba el final de su carrera. Se lleva una foja de 700-597 con los Tigres,
a los que llevó a la Serie Mundial en su primer año en el timón. Perdieron con
los Cardenales de San Luis en cinco juegos.
Volvieron
a la Serie Mundial en el 2012 y fueron barridos por los Gigantes de San
Francisco. Este año tenían buenas posibilidades de jugar nuevamente la final,
pero su sobresaliente cuerpo de abridores no pudo con la batería de Boston.
“Esta
(eliminación) dolió, porque pensé que la dejamos escapar. Fue todo obra del
equipo. No hay que culpar a nadie en particular”, manifestó. “Esto me va a
molestar un buen tiempo”.
Cuando
Leyland se presentó a los entrenamientos de pretemporada, se cumplieron 50 años
desde que apareció por primera vez como un prospecto de 18 años. Nunca llegó a
mucho como jugador, pero sus logros como mánager son importantes.
En
total tiene marca de 1.769-1.728 con los Tigres, los Piratas de Pittsburgh, los
Marlins de la Florida y los Rockies de Colorado. En 1997 sacó campeón a los
Marlins.
Fue
parte de algunos de los juegos más memorables, como la derrota de Pittsburgh en
el séptimo juego de la serie por el campeonato de la Liga Nacional de 1992, la
victoria de la Florida sobre Cleveland en el séptimo juego de la Serie Mundial
de 1997 o el revés de Detroit ante Minnesota en un partido de desempate por el
título de la división Central de la LA en el 2009.
Los
Tigres llevaban 12 años sin un saldo positivo cuando llegó Leyland y bajo su
mando tuvieron una sola temporada por debajo de 500. “Lo que ocurrió aquí fue
increíble. Ganamos muchos juegos y trajimos mucha gente al estadio”, declaró
Leyland.
“Vine
aquí para hacer que jugadores talentosos actuasen como un equipo, y creo que lo
logramos”. Detroit es uno de los equipos más interesantes de las mayores, con
estrellas de la talla del venezolano Miguel Cabrera, Justin Verlander y Max
Scherzer que ayudan a ganar encuentros y a traer público a las tribunas.
Los
Tigres seguramente conservarán a la mayoría de sus peloteros la próxima
temporada, pero tendrán que encontrar un piloto capaz de reemplazar a Leyland,
quien siempre fue muy elogiado por la forma en que mantiene la concentración de
los veteranos. “Creo que este equipo va a ser muy bueno la próxima temporada”,
dijo Leyland.
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