SANTO DOMINGO. Beato Miguel Cruz falleció ayer, y con él se marcha
la esencia al trabajo por el voleibol en República Dominicana.
Conocí a Miguelo a mediados de la década del 70, cuando en la
vieja cancha de Villa Francisca, junto a Gioriver Arias, Marcelo Richiez,
Rolando Miranda, José Sánchez, Horacio -Chichí- Mazara, Freddy Gómez, Mario
Crispín y Félix Mario Aguiar, entre otros, vivíamos en su máxima intensidad la
pasión del deporte de la malla alta.
En 1977, viajé como delegado de prensa al Norceca 77 en La Habana,
donde Beato Miguel Cruz y Salvador Félix eran mánager y asistente del equipo
dominicano.
Todos los días, junto a Gioriver Arias y Cafén Cuesta hacíamos
tremenda tertulia.
Ayer, mediante un tweet de Renaldo Bodden me enteré de su
fallecimiento, el cual luego me ratificó el Caballito Valdez.
Miguelo fue un símbolo del voleibol, con él se va un alto
porcentaje de aquel pasatiempo romántico.
El Club Bameso declaró tres días de duelo por la muerte de su
miembro fundador y antiguo entrenador, el profesor Beato Miguel Cruz, anunció
su presidente, el licenciado José Augusto Castro.
Cristóbal Marte, presidente del Proyecto Nacional de Selecciones
Femeninas de Voleibol, lamentó profundamente el fallecimiento de Beato Miguel
Cruz, quien formara parte del mismo como entrenador y posteriormente en calidad
de consultor.
diariolibre.com
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