SANTO DOMINGO
(Licey.com).-“Como pelotero y como profesional que soy, vengo a poner mi
granito de arena, mi positivismo con el Licey”, proclamó Pablo Ozuna, luego de
propiciar el triunfo 7-6 carreras sobre los Leones del Escogido en la fecha
inaugural del campeonato de béisbol invernal 2012-13, el domingo 14.
Explicó que el
de los Tigres es un conjunto de una trayectoria increíble y que como hombre
positivo “vengo a jugar fuerte todas las noches, a darle la armonía al que está
jugando e inyectarle un poquito de inteligencia a los muchachos jóvenes, que
son el futuro de este equipo”.
Con desventaja
5-6 y corredores en tercera y primera en el cierre del noveno, Ozuna sorprendió
con toque largo entre el pitcher y el primera base, que con tiro errático a tercera
permitió que Brian Cavazos-Gálvez anotara la decisiva, la culminación de un
retorno espectacular, ya que el Licey perdióa 6-1 al arribar al octavo
episodio.
Ozuna valoró en
altísimo grado la acogida que le dio el público en su reencuentro con el uniforme
azul, cuando agotó su primer turno en el segundo episodio.
“Si me quejo,
Dios me va a castigar. Lo que hicieron conmigo fue increíble”, reaccionó. “He
visto muchos juegos y he visto a muchas superestrellas aquí, en República
Dominicana, que no les hicieron lo que a mí. Me siento bastante orgulloso y muy
agradecido de lo que me hicieron las fanaticadas roja y de los Tigres del
Licey”, esbozó.
El pimentoso
jugador se refirió al episodio cuando fue anunciado para su primer turno al
bate en el primer partido del campeonato el domingo 14 de octubre entre Leones
del Escogido y Licey, que la fanaticada de ambos clubes lo recibió con gran
algarabía, al grito de “Boca Chica, Boca Chica…” (nombre de su pueblo natal).
A la solicitud
de cómo se sintió ante tan alta muestra de afecto, Pablo reaccionó con un
mensaje a todos sus colegas de oficio. “Yo les digo a los peloteros, que cuando
se vayan a poner un uniforme de un equipo de la República Dominicana, que se lo
pongan con orgullo, que no se lo pongan por ponérselo, porque tenemos una
fanaticada que hay que respetar”.
Aseveró que la
fanaticada hace un gran esfuerzo para asistir a los estadios, sacrificándose en
unos momentos en que la economía nacional “está durísima”, por tanto, hay que
darle un buen evento, “josear”, jugar fuerte, respetar el juego, “no tanto por
la carrera de nosotros sino por la fanaticada que nos viene a ver”.
Ozuna expresó su
intención de dejar atrás el episodio de su despido de las Estrellas Orientales,
su llegada al Licey y luego cedido a préstamo al Escogido, con el que fue
figura clave para el título ganado el año pasado. De ahí que la fanaticada roja
fuera la que más lo aclamó cuando tuvo su primer turno esta temporada.
Por Dimaggio Abreu
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