NUEVA YORK. AP. Johan Santana salió del terreno de juego
después de celebrar su juego sin hit con sus compañeros de los Mets de Nueva
York y vio al manager Terry Collins esperando en el escalón superior de la
cueva. Los dos se abrazaron y Santana dijo: "Le dije que confiara en
mí".
"Yo dije, 'sí, lo hiciste''', comentó Collins
ayer sábado, aún orgulloso un día después de que el pitcher venezolano lanzó su
primer juego sin hit en la historia del equipo, una espera de más de 50 años y
8.000 juegos.
Santana señaló que luego de realizar 134 lanzamientos,
la mayor cifra en su carrera, sentía bien su hombro izquierdo, el cual se operó
en septiembre de 2010.
Collins dijo que meditó bastante sobre permitir a
Santana lanzar tanto tiempo contra San Luis, pero al final entendió que no le
iba a negar al as de los Mets la oportunidad de hacer historia. Collins lleva
apenas dos años con los Mets, pero sabía lo mucho que significaría para la
franquicia y sus aficionados conseguir un juego sin hit, finalmente, después de
todas esas temporadas y excelentes lanzadores que han estado en Queens.
"No iba a salir; yo no lo iba a sacar", dijo Collins. "La pelea
que hubiera ocurrido en el montículo si lo hubiera sacado hubiera sido una
historia más grande que el juego sin hit".
Si Santana termina perdiéndose algunos días, eso
podría eclipsar uno de los mejores momentos en la historia del
equipo.
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