La final de la NBA, que hoy domingo llegará a su tercer juego de la serie (1-1), tiene en LeBron James, de Heat de Miami, y Kevin Durant, de Thunder de Oklahoma, a dos protagonistas que brillan por su gran nivel y por las chispas que dejan cuando se enfrentan.
James, actual Jugador Más Valioso (MVP) y quien disputa por tercera vez la final de la NBA, parece haber superado su frustración individual de las dos pasadas definiciones del título, la primera con Cavaliers de Cleveland, y la segunda con Heat, la anterior temporada. Ahora ha incrementado en 11 puntos el promedio anotador en los dos primeros partidos.
La estrella de Miami ha asumido su liderato respondiendo en los momentos claves con puntos ganadores, como los dos que anotó a siete segundos del final para sentenciar el juego 96-100 en el segundo duelo e igualar la serie, tras caer en el primero 94-105.
Precisamente, fue en el más reciente enfrentamiento que el alero de Heat protagonizó una polémica acción con su par de Thunder, cuando le cometió falta a Durant -omitida por el árbitro- y le impidió anotar a nueve segundos para el final, lo que hubiese sido el empate 98-98.
"Hemos dado un paso adelante, pero falta demasiado para el final. Enfrente tenemos a un rival que puede ganar en cualquier campo y que ahora buscará recuperar lo perdido en su casa", dijo James. En el otro bando, Durant reconoció que ya superaron los nervios de la final y que no hay tiempo para el error. "Ya rebasamos los nervios del debut. Lo que pasó no puede suceder el próximo partido o en el resto de la serie. Solo tenemos que salir con una gran cantidad de energía desde el inicio para evitar que se vayan demasiado adelante". Debido a los inicios lentos que tuvo en casa, el Thunder podría tener problemas en Miami, donde no contará con la ayuda del bullicio de sus aficionados para atosigar al Heat.
Sin embargo, Oklahoma City ha tenido un buen desempeño de visitante durante la postemporada: ganó dos veces en Dallas en la primera ronda, una en Los Angeles en la segunda ronda y una en el quinto partido en San Antonio en la final de la Conferencia del Oeste.
El alero de Thunder reconoció que ahora en Miami tendrán que remar contra la corriente para sacar, al menos, un triunfo que permita regresar la serie al equipo de Oklahoma.
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