(AP) Varsovia.- Italia estropeó los
pronósticos y con un genial Mario Balotelli venció ayer jueves 2-1 a Alemania
para avanzar a la final de la Eurocopa. Balotelli marcó dos veces en el primer
tiempo por la Azzurra, que enfrentará por el título a España el domingo en Kiev.
Mesut Oezil descontó de penal en los tiempos de reposición.
Alemania llegó a las semifinales como favorito tras ganar cómodamente todos
sus partidos en la Euro, pero nuevamente cayó ante un oponente al que no ha
podido vencer en ocho enfrentamientos en torneos importantes.
Balotelli, criticado en los primeros partidos de la fase de grupos por
fallar ocasiones claras de gol, fue implacable frente a los germanos.
El ariete del Manchester City abrió la cuenta a los 20 minutos en una gran
jugada de equipo: Andrea Pirlo mandó un pase desde media cancha a Giorgio
Chiellini, que cedió la pelota a Antonio Cassano por la banda izquierda. El
delantero del Milan gambeteó a dos defensores y tiró un centro al corazón del
área, donde Balotelli cabeceó con potencia al fondo de las redes.
El segundo fue una genialidad de Balotelli. Con una defensa desubicada,
“Súper Mario” le ganó las espaldas al capitán germano Philipp Lahm, recibió un
largo pase de Riccardo Montolivo y fusiló al portero Manuel Neuer con un
bombazo desde el borde del área.
El técnico de Italia, Cesare Prandelli, había dicho que soñaba con una
“tarde mágica” en el Estadio Nacional de Varsovia, y por largos tramos del
partido la Azzurra cumplió con sus deseos.
Italia maniató en el primer tiempo a una selección alemana que había sido
una aplanadora, y que se perfilaba como favorita para disputar su segunda final
consecutiva de la Euro ante España.
Pirlo dirigió la orquesta desde el centro del campo, con Cassano y
Balotelli incisivos como punta de lanza.
EL ATAQUE NO ENGRANÓ
El timonel alemán Joachim Loew volvió a retocar su delantera respecto al duelo anterior y arrancó con Mario Gómez y Lukas Podolski, pero el ataque no engranó con un Oezil borrado por la banda derecha y un Bastian Schweinsteiger ineficiente en el centro del campo.
El timonel alemán Joachim Loew volvió a retocar su delantera respecto al duelo anterior y arrancó con Mario Gómez y Lukas Podolski, pero el ataque no engranó con un Oezil borrado por la banda derecha y un Bastian Schweinsteiger ineficiente en el centro del campo.
Alemania tuvo dos oportunidades en el primer tiempo, pero ambas fueron
controladas por el arquero italiano Gianluigi Buffon.
Abajo en el marcador, Oezil volvió a su puesto de mediapunta en el
complemento, cuando Loew tiró toda la carne al asador y mandó a la cancha al
veterano Miroslav Klose, a Marco Reus y a Thomas Mueller.
Alemania terminó el partido con una línea de dos en el fondo y atacando con
todo, pero la última línea italiana se mantuvo firme y resistió los embates.
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