SANTO DOMINGO. El Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano abrirá sus puertas el próximo 16 de este mes al que muchos consideran el más grande voleibolista dominicano de todos los tiempos, o uno de los tres mejores.
Se trata del polifacético Pascual Díaz, quien de defensor salidor hizo la transición para convertirse en el mejor acomodador en la historia del juego y después en un jugador universal.
Es ubicado dentro de la trilogía de los más grandes voleibolistas dominicanos de todos los tiempos, junto a Carlos Morales y Héctor Romero, ambos inmortales.
Pascualito, como siempre se le conoció dentro del deporte al notable jugador nativo de Santo Domingo, alcanzará la inmortalidad el domingo 16 cuando el Pabellón de la Fama exalte a una gama de ex atletas que como Díaz pusieron en alto el nombre de la República Dominicana en competencias internacionales.
La elección de Díaz recayó sobre los miembros las Asociaciones de Cronistas Deportivos de todo el país, informó su presidente del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, el doctor Luis Scheker Ortiz.
Explicó que con Pascual suman cuatro los otroras atletas que han sido seleccionados para la inmortalidad, de un total de siete a ser exaltados este año, incluyendo al propulsor Fortunato Quisque Mendoza.
Además de Díaz y Mendoza, ya fueron electos en béisbol amateur Enrique -Quique- Cruz, por parte del Comité Permanente; y en levantamiento de pesas Rafael -El Pollito- Ortega, electo por el Comité de Veteranos. El 45 Ceremonial de Exaltación se efectuará en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a partir de las 12:00 del mediodía.
Díaz representó al país durante 13 años, etapa en la que conformó diferentes selecciones para Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y para Campeonatos Norte, Centroamericanos y del Caribe de Voleibol (Norceca).
En el país fue la colunma central sobre la cual el Club Bameso (Barrio Mejoramiento Social) cimentó la base que le permitió convertirse en una de las organizaciones más ganadoras de campeonatos en deporte alguno a nivel nacional.
Fue precisamente con Bameso en 1976 que Díaz comenzó a mostrar sus condiciones de gran atleta del deporte de la malla y la bola que rápidamente lo llevaría al estrellato y lo convertiría en uno de los mejores jugadores del continente, en su posición de colocador.
La calidad de Díaz era tal que en una ocasión el cubano Eugenio George, escogido “Entrenador del Siglo” XX por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), dijo públicamente que “si yo tuviera un colocador del nivel de Pascualito, Cuba fuera campeón del mundo y una de las más grandes potencial del voleibol masculino.”
Diaz corrió por la carrera de “Novato del Año” en 1976 y como atacante (salidor) perdió las votaciones de su compañero de equipo en Bameso, Mario Brens.
La visión de convertirlo en acomodador fue del refutado entrenador Beato Miguel Cruz, quie será su edecán y siempre ha dicho que Díaz es el mejor voleibolista que él jamás haya dirigido. De hecho, se le considera uno de los mejores bloqueados que ha tenido el país y dueño de una de las frecuencias exitosas de ataque más altas en la historia del equipo nacional.
Ya siendo acomodador Díaz debutó con la selección nacional en los XIII Juegos Panamericanos de Puerto Rico en 1979 y fue un factor importante en la consecución de la medalla de bronce por parte del equipo tricolor.
Jugó un rol estelar como acomodador principal del equipo dominicano que derrotó a Estados Unidos en el Norceca de 1979, en Cuba, donde la escuadra quisqueyana llegó en cuarto lugar en esa justa.
Díaz fue el capitán de la selección por varios años, incluyendo en 1986, cuando República Dominicana ganó medalla de plata en los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Santiago de los Caballeros.
En la década de los 90 regresó a ser salidor, en las postrimerías de su carrera, con el Bameso y junto al estelar colocador Cristian Cruz ayudaron al Bameso a mantener una especia de hegemonía en el Torneo de Voleibol Masculino del Distrito Nacional.
Fue miembro de los equipos campeones de Bameso en 1976, 1977, 1978 (1979 no hubo torneo), 1980, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987 y 91.
Se radicó en Estados Unidos, pero siempre venía a defender los colores de su club y del Barrio Mejoramiento Social. Ganó en los torneos de 1992 y 1993.
En el plano local Pascualito se retiró de 1994 y a nivel se selcción nacional en 1990, después de representar al país en los Centroamericanos y del Caribe de Medellín ’78 (Colombia), La Habana ’82 (Cuba), Santiago ’86 (República Dominicana) y México ‘90. Además de los Panamericanos del 79 (Puerto Rico), estuvo en la cita continental de Indianápolis ’87 (Estados Unidos).
Asistió a los Campeonatos Norceca de Santo Domingo ’77, Cuba ’79, Santiago ’85, Puerto Rico ’87 y ’89 y México ’81.
A nivel internacional fue uno de los primeros jugadores dominicanos que reforzó en el extranjero, llegando a jugar con el equipo Obras Sanitarias de la Liga Semiprofesional de Argentina.
En España reforzó al Palma de Mayorca y en los años 89 y 90 ayudó a ese club a clasificar para la Copa Europea, llevándolo en ambas ocasiones hasta las semifinales.
Scheker Ortiz destacó la escogencia de Pascual Díaz y significó que proximamente revelarán los nombres de los restantes inmortales del deporte nacional que faltan por escogerse.
Pascualito, como siempre se le conoció dentro del deporte al notable jugador nativo de Santo Domingo, alcanzará la inmortalidad el domingo 16 cuando el Pabellón de la Fama exalte a una gama de ex atletas que como Díaz pusieron en alto el nombre de la República Dominicana en competencias internacionales.
La elección de Díaz recayó sobre los miembros las Asociaciones de Cronistas Deportivos de todo el país, informó su presidente del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, el doctor Luis Scheker Ortiz.
Explicó que con Pascual suman cuatro los otroras atletas que han sido seleccionados para la inmortalidad, de un total de siete a ser exaltados este año, incluyendo al propulsor Fortunato Quisque Mendoza.
Además de Díaz y Mendoza, ya fueron electos en béisbol amateur Enrique -Quique- Cruz, por parte del Comité Permanente; y en levantamiento de pesas Rafael -El Pollito- Ortega, electo por el Comité de Veteranos. El 45 Ceremonial de Exaltación se efectuará en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a partir de las 12:00 del mediodía.
Díaz representó al país durante 13 años, etapa en la que conformó diferentes selecciones para Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y para Campeonatos Norte, Centroamericanos y del Caribe de Voleibol (Norceca).
En el país fue la colunma central sobre la cual el Club Bameso (Barrio Mejoramiento Social) cimentó la base que le permitió convertirse en una de las organizaciones más ganadoras de campeonatos en deporte alguno a nivel nacional.
Fue precisamente con Bameso en 1976 que Díaz comenzó a mostrar sus condiciones de gran atleta del deporte de la malla y la bola que rápidamente lo llevaría al estrellato y lo convertiría en uno de los mejores jugadores del continente, en su posición de colocador.
La calidad de Díaz era tal que en una ocasión el cubano Eugenio George, escogido “Entrenador del Siglo” XX por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), dijo públicamente que “si yo tuviera un colocador del nivel de Pascualito, Cuba fuera campeón del mundo y una de las más grandes potencial del voleibol masculino.”
Diaz corrió por la carrera de “Novato del Año” en 1976 y como atacante (salidor) perdió las votaciones de su compañero de equipo en Bameso, Mario Brens.
La visión de convertirlo en acomodador fue del refutado entrenador Beato Miguel Cruz, quie será su edecán y siempre ha dicho que Díaz es el mejor voleibolista que él jamás haya dirigido. De hecho, se le considera uno de los mejores bloqueados que ha tenido el país y dueño de una de las frecuencias exitosas de ataque más altas en la historia del equipo nacional.
Ya siendo acomodador Díaz debutó con la selección nacional en los XIII Juegos Panamericanos de Puerto Rico en 1979 y fue un factor importante en la consecución de la medalla de bronce por parte del equipo tricolor.
Jugó un rol estelar como acomodador principal del equipo dominicano que derrotó a Estados Unidos en el Norceca de 1979, en Cuba, donde la escuadra quisqueyana llegó en cuarto lugar en esa justa.
Díaz fue el capitán de la selección por varios años, incluyendo en 1986, cuando República Dominicana ganó medalla de plata en los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Santiago de los Caballeros.
En la década de los 90 regresó a ser salidor, en las postrimerías de su carrera, con el Bameso y junto al estelar colocador Cristian Cruz ayudaron al Bameso a mantener una especia de hegemonía en el Torneo de Voleibol Masculino del Distrito Nacional.
Fue miembro de los equipos campeones de Bameso en 1976, 1977, 1978 (1979 no hubo torneo), 1980, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987 y 91.
Se radicó en Estados Unidos, pero siempre venía a defender los colores de su club y del Barrio Mejoramiento Social. Ganó en los torneos de 1992 y 1993.
En el plano local Pascualito se retiró de 1994 y a nivel se selcción nacional en 1990, después de representar al país en los Centroamericanos y del Caribe de Medellín ’78 (Colombia), La Habana ’82 (Cuba), Santiago ’86 (República Dominicana) y México ‘90. Además de los Panamericanos del 79 (Puerto Rico), estuvo en la cita continental de Indianápolis ’87 (Estados Unidos).
Asistió a los Campeonatos Norceca de Santo Domingo ’77, Cuba ’79, Santiago ’85, Puerto Rico ’87 y ’89 y México ’81.
A nivel internacional fue uno de los primeros jugadores dominicanos que reforzó en el extranjero, llegando a jugar con el equipo Obras Sanitarias de la Liga Semiprofesional de Argentina.
En España reforzó al Palma de Mayorca y en los años 89 y 90 ayudó a ese club a clasificar para la Copa Europea, llevándolo en ambas ocasiones hasta las semifinales.
Scheker Ortiz destacó la escogencia de Pascual Díaz y significó que proximamente revelarán los nombres de los restantes inmortales del deporte nacional que faltan por escogerse.
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