FRANCISCO PEÑA SIGUE EMOCIONADO CON SER BUEN RECEPTOR

SANTIAGO.-  Jugar de catcher en un equipo siempre es un reto y este invierno Francisco Peña tiene el suyo al pretender ganarse con calidad su tiempo de juego detrás del plato con su equipo Águilas Cibaeñas.  El joven prospecto de la receptoría, espera de nuevo que se le dé la oportunidad de juego, tras una temporada sin lesiones en los Estados Unidos, donde afirma maduró en todos los aspectos defensivos de la posición. Las Águilas tienen previsto un platoon de tres receptores jóvenes criollos para usar la mascara de la posición 2 del juego. Wilin Rosario, que concluyó este año en grandes ligas con Colorado, Peña, que el año pasado fue el que más tiempo de juego tuvo y Audry Pérez un receptor del nivel doble A escogido por los Aguiluchos en el draft, que lucha por una plaza en el equipo. “Avancé un mundo en cuanto a llevar el juego y pedir los pitcheos, mi defensa ahora es muy superior y la mejor salud me ha ayudado mucho “dijo Francisco Peña, al ser cuestionado en un momento de pausa de los entrenamientos de las Águilas Cibaeñas, en el Estadio Cibao. El hijo menor de la ex-estrella detrás del plato Tony Peña, aseguró que superada la lesión sufrida el año pasado, ahora se encuentra en magnífica condiciones físicas, y el criterio generalizado es que todo depende de su ofensiva. Ciertamente la receptoría es un punto clave de enfoque para el dirigente Félix Fermín, que ha puesto especial atención a ese aspecto de los aguiluchos y al parecer esta satisfecho, ya que no se menciona interés por contratar un catcher extranjero , como se hacia a mediado de año. "Me gustaría tener en esta temporada nueva vez chance de jugar y eso esta en manos del dirigente Félix Fermín", respondió Peña. Francisco siguiendo una tradición familiar de apego a las Águilas se presentó junto a su hermano TJ Peña a los entrenamientos desde el primer día , su trabajo a diario, con energía y fortaleza ha mostrado al dirigente Félix Fermín a un pelotero muy maduro con apenas 22 años. El viene de jugar 95 partidos, todos en la receptoría en Clase A Avanzada en la Florida State League, militando para el St. Lucie de la organización de los Mets de New York. Aunque su promedio de bateo fue de .223, en 319 turnos que tomó estuvo pegándole bien a la pelota a aunque sólo dio 71 imparables. Entre sus batazos fletó 5 para la calle y 13 dobles. Envió 37 compañeros para el home plate y anotó 28 carreras, con tres bases estafadas. Hablando sobre sus aspiraciones en esta temporada aquí indicó que, "debe trabajar en todo en la ofensiva y la defensiva, y confiado en Dios espera su oportunidad, la cual piensa aprovechar al máximo.