Buenos Aires.- No se le pida que ofrezca una versión seductora de fútbol. Uruguay es pura personalidad y esfuerzo colectivo, tradicionales ingredientes que lo llevaron el domingo a ganar la Copa América por 15ta vez en la historia de este torneo que es el más importante y antiguo del continente.
Las ilusiones de Uruguay terminaron como en sus mejores tiempos: otra vez campeón, en este caso el vencer 3-0 a Paraguay, con dos goles de Diego Forlán y otro de Luis Suárez.
Después de 16 años sin ser campeón de la Copa, los uruguayos volvieron a subirse a la ruta del triunfo con un atildado juego de conjunto, sin mezquindad en la pierna y con la mira en el arco rival puesta.
La misma receta que usaron los Celestes cuando terminaron en el cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica 2010.
“El momento que está viviendo el fútbol uruguayo es increíble”, comentó Forlán.
“Y para nosotros estar haciendo historia es un orgullo”. Sobre un plantel de 23 jugadores, su técnico Oscar Tabárez trajo a 20 de los mundialistas, entre ellos al capitán Diego Lugano y a los goleadores Forlán y Suárez, que terminaron con dos y cuatro goles cada uno. Paolo Guerrero, de Perú, fue el máximo artillero con cinco.
Suárez fue elegido como el mejor jugador del torneo. “Esto se viene haciendo desde el 2006 y todo trabajo tiene su fruto. Ojalá continúe de esta manera, no sólo nosotros, sino también los jóvenes”, dijo Forlán.
Fue una alusión a Tabárez, de 64 años, técnico de la celeste desde 2006, arquitecto de un equipo en el que sobresalen Suárez y Forlán, pero respaldado en un sólido trabajo colectivo.
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