Córdoba, Argentina.- Argentina y Lionel Messi saldaron parte de la deuda que tenían con la afición al golear el lunes 3-0 a Costa Rica con tantos goles de Sergio Agüero avanzar a los cuartos de final de la Copa América.
Agüero marcó en los descuentos del primer tiempo y a los 52 minutos y pasó a encabezar la tabla de artilleros del torneo con tres dianas, en tanto que Angel Di María anotó el tercero a los 63. Los dos últimos tantos fueron ante pases exquisitos de Messi, la figura indiscutida del partido.
“Estamos muy contentos. Esta era una final”, declaró el “Kun” Agüero, aludiendo al hecho de que Argentina tenía que ganar para clasificarse. “Encontramos el gol, que era lo que buscábamos”.
“Estoy contento por como jugué yo, pero más que nada por el equipo. Hoy me tocó a mí”, agregó. Argentina totalizó cinco puntos y quedó segundo en el Grupo A, que ya había sido ganado por Colombia con siete unidades. Costa Rica, con tres, quedó a la espera de lo que suceda en otros partidos, con posibilidades de avanzar como uno de los mejores terceros. Bolivia ya estaba eliminada en este grupo, con un punto.
Cambios
Luego de empatar los dos primeros partidos cumpliendo paupérrimas presentaciones, el técnico Sergio Batista movió la estantería e hizo entrar a Agüero, Di María, Fernando Gago y Gonzalo Higuaín. Los cambios en el frente de ataque dieron resultado, ayudados en parte por la debilidad de un rival invitado a último momento, que trajo muchos jugadores juveniles. Los “ticos”, ninguno de los cuales tiene roce internacional, se vieron desbordados por la categoría de rivales que brillan en los mejores clubes de Europa y que finalmente jugaron como un equipo.
Luego de empatar los dos primeros partidos cumpliendo paupérrimas presentaciones, el técnico Sergio Batista movió la estantería e hizo entrar a Agüero, Di María, Fernando Gago y Gonzalo Higuaín. Los cambios en el frente de ataque dieron resultado, ayudados en parte por la debilidad de un rival invitado a último momento, que trajo muchos jugadores juveniles. Los “ticos”, ninguno de los cuales tiene roce internacional, se vieron desbordados por la categoría de rivales que brillan en los mejores clubes de Europa y que finalmente jugaron como un equipo.
Messi ovacionado
Por primera vez, Messi pudo asociarse con sus compañeros, sin verse obligado a bajar hasta el medio campo para encontrarse con el balón. Messi, muy discutido por sus propios connacionales, se vio alentado por el cálido recibimiento que le brindó la afición en el estadio Mario Alberto Kempes, al grito de “¡Olé, Olé, Olé, Olé... Meeessiii, Meeessiii!”.
Por primera vez, Messi pudo asociarse con sus compañeros, sin verse obligado a bajar hasta el medio campo para encontrarse con el balón. Messi, muy discutido por sus propios connacionales, se vio alentado por el cálido recibimiento que le brindó la afición en el estadio Mario Alberto Kempes, al grito de “¡Olé, Olé, Olé, Olé... Meeessiii, Meeessiii!”.
No hubo cuestionamientos como los que abundaron en los días previos y en las tribunas se veían carteles con inscripciones como “Perdónalos Messi, no saben lo que dicen” y “Pulga, no estás sólo. Nos tienes a nosotros”.
Arrancando desde tres cuartos de cancha y moviéndose a voluntad por todo el frente de ataque, Messi causó estragos y sirvió balones de oro a Agüero e Higuaín, que en el primer tiempo desperdiciaron numerosas ocasiones de anotar. Un cabezazo de Nicolás Burdisso, por otro lado, se estrelló en el travesaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario