Nueva York.- Las negociaciones laborales de la NBA entre los jugadores y los propietarios de los equipos se suspendieron ayer jueves tras una reunión de cinco horas, y no se programó otra.
“A fin de cuentas no pudimos salvar la brecha que separa a ambas partes”, dijo Adam Silver, subcomisionado de la NBA. “Entendemos las ramificaciones del punto en que nos encontramos. Estamos entristecidos en nombre del juego”.
Ambas partes siguen divididas en torno a dos asuntos principales: la división de los ingresos y la estructura del sistema de tope salarial.
Derek Fisher, presidente del sindicato, dijo que los jugadores se han percatado de las repercusiones del estancamiento.
“Esto no se hace por ego, de ninguna manera”, señaló. “El sustento de mucha gente está en riesgo aparte de nosotros”.
Sin un acuerdo, el comisionado David Stern probablemente decidirá que deben cancelarse más partidos.
Se suponía que la temporada empezaría el 1 de noviembre, pero ya se han cancelado todos los juegos hasta el 14 de noviembre, 100 en total, lo cual le cuesta a los basquetbolistas aproximadamente 170 millones de dólares en salarios.
“Ojalá podamos regresar a la mesa, pero ciertamente (fue) un día duro, un día muy duro”, comentó Peter Holt, presidente del comité de relaciones laborales. Previamente cada parte había propuesto recibir 53% de los ingresos relacionados al baloncesto.
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